El pasado mes de junio comentaba en un post (¿A quién donar?) los resultados de una encuesta que mostraba que la principal objetivo de los donantes era ayudar a los necesitados pero que sólo una minoría de las donaciones se destinan a organizaciones que se dedican exclusivamente a eso. Por el contrario la mayoría de donaciones se dirigen a organizaciones religiosas. Una explicación la podemos encontrar en la Fundación Umbele, una fundación que no es religiosa pero que canaliza toda su ayuda a África a través de misioneros. Así lo explican en su página web:
La idea es utilizar a los misioneros, una red de personas que se encuentra en la primera línea de la batalla contra la pobreza y que tienen el respeto de todos los ciudadanos porque están dedicando su vida a ayudar a los desamparados. Umbele no es una fundación religiosa. Lo que pretende es aprovechar que los misioneros ya están allí para canalizar y administrar recursos en África.
¿Por qué los misioneros? Primero, porque ellos ven los problemas desde muy cerca. Queremos que la gente pueda mantenerse por sí sola y por eso vamos a ayudarles a montar pequeños negocios, vamos a contribuir a que puedan volver a cultivar las tierras que abandonaron por culpa de las guerras, les vamos a dar incentivos para que vayan a la escuela o a la clínica o de otras muchas maneras. Teniendo en cuenta este objetivo general, queremos que los misioneros nos digan la mejor manera de hacer las cosas, propongan proyectos y nos ayuden a reflexionar. Es decir, queremos aprovechar su experiencia . Segundo, porque los misioneros garantizan honestidad : unas personas que ya están sacrificando tanto para ayudar a los demás, no pueden más que estar plenas de honradez. Y tercero, porque al estar ya trabajando en el territorio, pueden hacer cosas in situ sin necesidad de desplegar un nuevo, complicado y costoso ejército de voluntarios. Dicho de otro modo, aportan la simplicidad de acción.
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