
“El trabajador gasta una parte del día en cubrir el coste de su manutención y el de la de su familia (salario), mientras que la otra parte del día laboral trabaja sin remuneración, creando para el capitalista plusvalía, que es la fuente del beneficio, la fuente de la riqueza de la clase capitalista”
Varios pensadores han respondido a estas críticas. Fue el caso de Böhm-Bawek que introdujo el elemento temporal en la discusión. ¿Qué ocurre si existe un largo período entre el momento en que el empleado hace su trabajo y en el que se materializa los ingresos derivados de ese trabajo?
Es el caso de un vino que necesite madurar en la barrica durante veinte o cuarenta años para alcanzar una calidad extraordinaria. Los cultivadores, recolectores y pisadores de la uva, no pueden cobrar hasta pasadas decenas de años salvo que un capitalista les adelante su retribución. Si quieren cobrar inmediatamente después de finalizar su tarea, deberán hacerlo no conforme al valor del vino ya maduro, sino de acuerdo al valor del vino sin edad que es notablemente inferior. Además habría que añadir el elemento del riesgo. Si al final el vino se malogra o no se logra vender, ¿deberían los trabajadores renunciar a su retribución?
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